Jardines de Murillo, allí tu estabas,
en una fuente de agua cristalina
entre rosas y calas te mirabas,
nuestros ojos enfrentados se buscaban,
y cuando tus pestañas parpadeaban
parecían colibríes que aleteaban.
Cuanta belleza,ojos verdes esmeralda,
cabello rubio hasta la cintura
hermosa y esbelta como la giralda,
labios acaramelados color grana
figura de guitarra flamenca,si
yo supiera la tocaría de buena gana.
Valkíria decía que se llamaba,
aunque la nombraban como Hilda, y
por nombre, diosa se consideraba,
yo le dije que dos nombres tenia
pero me gusta mas el primero, Jorge,
que así me llama la mayoría.
Le propuse pasear,y sin prisa
visitamos la "Plaza de España" y
el frondoso parque de "María Luisa",
de Becquer su alegórica glorieta,
que sin duda un par de enamorados
ofrecieron un ramo de violetas.
Después nos tomamos dos soleritas,
por la calle Sierpes, paralela a ésta
de los Romeros es la tabernita,
nuestro tiempo hoy terminaba,
una despedida, un hasta siempre,un
abrazo, un beso corto y se alejaba.
Jorge A Escudero Orta
Julio 2012
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